¿Cuando consultar?

En muchos casos quienes recomiendan a los padres realizar una consulta fonoaudiológica para sus hijos son los pediatras y los docentes de los niños. De todos modos es de gran importancia que los padres estén alerta al desarrollo de la comunicación y lenguaje de sus hijos ya que en muchas oportunidades las derivaciones se retrasan.

Recibo muy frecuentemente padres que en las entrevistas iniciales me cuentan que notaron dificultades en el lenguaje de sus hijos hace mucho tiempo. Pero que no habían consultado previamente porque sus pediatras les habían recomendado que “esperen, ya va a hablar”, una frase muy común en muchos pediatras. Mientras que está demostrado que una intervención temprana aumenta notablemente las posibilidades de un mejor pronóstico.

Señales de alerta

Hay determinadas señales que nos alertan de la posibilidad de un retraso en el lenguaje:

• 10 meses: Ausencia o pobreza del balbuceo.
• 12 meses: falta de comunicación inclusive con gestos ( decir “chau” con la mano o “no” con la cabeza)
• 18-24 meses: Emisión de menos de 10 palabras diferentes.
• 19-20 meses: no ha comenzado a señalar cosas que le interesen.
• 21 meses: no responde a instrucciones sencillas.
• 24 meses: no logra señalar en un libro los dibujos que se le nombran.
• 24-30 meses: Ausencia de enunciados de dos palabras
• 30 meses: Ausencia de enunciados de dos palabras de las cuales una es un verbo
• Después de los 30 meses: Ecolalias, invierte el pronombre, jerga.
• 36 meses: ausencia de enunciados de tres palabras, orden alterado de la frase.
• Después de los 36 meses: Lenguaje ininteligible. No puede mantener una conversación.
• Después de los 48 meses: Errores fonéticos

Orientaciones para padres

Además de realizar una consulta fonoaudiológica para que el profesional especializado determine la necesidad de un tratamiento del lenguaje, los padres tienen un rol importante en la estimulación de sus hijos.

Algunas orientaciones para ayudarlos en esta tarea son:

• Hablar despacio y de forma clara.
• Hablar a tu hijo tan a menudo como sea posible.
• Hablar correctamente y no imitar su forma de hablar.
• Darle tiempo para que responda a tus preguntas.
• Señala o marca turnos de intervención del niño. Intenta que tu hijo respete los turnos de comunicación.
• No corregir inmediatamente las producciones erróneas del niño. Utilizar la palabra que el niño ha dicho erróneamente en una frase para que la escuche bien dicha. Ejemplo: si el niño dice: “el pero ladra”, uno le puede decir: “el perro que juega con ese niño ladra muy fuerte”.
• Adapta la longitud de tus enunciados a la capacidad del niño.
• Incluir en tus enunciados un mayor número de peticiones de información que de acción para estimular que el niño hable.
• Intentar que tu hijo sienta que le comprenden. Es necesario hacer esfuerzos para esto, con el fin de que el niño no se sienta frustrado.
• Siempre que el niño inicie una conversación intenta que esta se mantenga el mayor tiempo posible.
• Si le cuesta utilizar correctamente alguna de las partes de la oración o las construye mal, ofrecerle el modelo correcto, pero tomando aquello que ha dicho y repitiéndoselo correctamente. Ejemplo: si el niño dice:“¿es su coche de su papa?”, el padre/madre podria decirle:“¡Si, es el coche de su papa!”
• Refuerza su avance y dale el modelo adecuado para que los siga perfeccionando.
• Aprovechar las ocasiones en las que el niño disfruta contigo para hablar con él, juega con él, léele cuentos, dibuja...
• Elige una actividad que al niño le resulte motivante y atractiva para que ésta provoque el lenguaje del niño.
• Después de hacer una actividad interesante para el niño, como viajes, cumpleaños, excursiones... comenta con él todo lo que ha ocurrido, habla de ese acontecimiento, que te cuente lo que ha pasado...
• Utiliza preguntas abiertas. Animalo a contestarte con algo más que si o no.
• Mira con él cuentos y revistas y que diga los nombres de los objetos que aparecen en las imágenes.
• Cuentale cuentos haciéndole partícipe, pidiéndole ayuda en algún momento y haciéndole preguntas.
• Mira con él/ella un programa infantil de TV y preguntarle por el programa, sobre los personajes, como se llaman, que hacían...
• Fomenta el juego imaginativo de tu hijo, que juegue a peinar muñecas, a conducir, a jugar en la granja,...